Recibir la noticia de que te han denegado la orden de protección puede sentirse como un puñetazo en el estómago. El miedo y la incertidumbre se mezclan con una sensación de desamparo que conozco bien por los cientos de casos que he atendido en mi despacho. No estás solo en esta situación. Como abogado especializado en derecho penal, he visto la desesperación en los ojos de quienes, tras reunir el valor para solicitar protección, se encuentran con una negativa judicial. Pero hay alternativas y caminos que podemos recorrer juntos. Te explicaré qué opciones tienes y cómo actuar para garantizar tu seguridad, incluso cuando el sistema parece haberte dado la espalda.
¿Por qué me han denegado la orden de protección? Entendiendo la decisión judicial
Cuando un juez deniega una orden de protección, no siempre significa que no crea en tu testimonio. En mi experiencia, estas denegaciones suelen basarse en criterios técnicos establecidos en la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Motivos habituales de denegación
- Insuficiencia de indicios objetivos de riesgo inminente
- Falta de pruebas que corroboren la situación de peligro
- Contradicciones en las declaraciones
- Ausencia de denuncias previas o historial documentado
Como me decía una clienta tras recibir la denegación: «Me siento como si hubiera saltado al vacío y nadie hubiera extendido una red para atraparme». Es una sensación comprensible, pero recuerda que esta decisión puede recurrirse y existen alternativas para protegerte.
Recursos legales tras la denegación de una orden de protección
El camino no termina con una denegación. La ley prevé mecanismos para impugnar esta decisión y buscar la protección que necesitas.
Recurso de reforma y apelación
El primer paso tras recibir la denegación de una orden de protección es presentar un recurso de reforma ante el mismo juez que dictó la resolución. Este debe interponerse en un plazo de 3 días hábiles desde la notificación, según establece el artículo 766 de la LECrim. Si este recurso no prospera, podemos presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en un plazo de 5 días.
En mi práctica profesional, he comprobado que aportar nueva documentación o testimonios puede ser decisivo para revertir la decisión inicial. Recuerdo el caso de Elena, quien tras la denegación inicial, conseguimos que se aprobara su orden en apelación al presentar mensajes amenazantes que no se habían valorado inicialmente.
Medidas alternativas cuando te han denegado la orden de protección
La denegación no significa que debas quedarte sin protección. Existen otras vías para garantizar tu seguridad:
- Nueva solicitud con pruebas adicionales: Si surgen nuevos incidentes o consigues nuevas pruebas, puedes presentar una nueva solicitud
- Medidas civiles provisionales: En casos de separación o divorcio, se pueden solicitar medidas que limiten el contacto
- Protocolos de seguridad personales: Establecer pautas de autoprotección con asesoramiento policial
- Apoyo de servicios sociales especializados: Los recursos públicos pueden ofrecer alternativas de alojamiento y protección
Como abogado que ha gestionado numerosos casos de protección denegada, siempre aconsejo no desistir. La seguridad es un derecho fundamental que podemos defender por diferentes vías.
Cómo reforzar tu seguridad tras la denegación de la orden de protección
Mientras trabajamos en los recursos legales, es fundamental que implementes medidas prácticas para tu seguridad:
Medidas de autoprotección inmediatas
- Mantén un registro detallado de cualquier contacto o incidente (fechas, horas, testigos)
- Configura tu teléfono para grabar llamadas (donde sea legal) y conserva mensajes amenazantes
- Informa a personas de confianza sobre tu situación y establece un código de alerta
- Descarga aplicaciones como ALERTCOPS, conectada directamente con las fuerzas de seguridad
- Evita rutinas predecibles y lugares frecuentados por la persona de la que buscas protección
El Tribunal Supremo ha establecido en sentencias como la STS 247/2018, de 24 de mayo, que la protección de las víctimas debe ser prioritaria incluso cuando no se cumplan todos los requisitos formales para una orden de protección. Este criterio puede ser relevante en recursos posteriores.
Servicios de apoyo cuando han rechazado tu orden de protección
No estás sola en este proceso. Existen recursos públicos y privados diseñados específicamente para situaciones como la tuya:
- Teléfono 016: Atención a víctimas de violencia de género (no deja rastro en la factura)
- Centros de la Mujer: Ofrecen asesoramiento legal y psicológico gratuito
- Unidades especializadas de policía (UFAM) y Guardia Civil (EMUME)
- Asociaciones y ONGs especializadas que pueden proporcionar acompañamiento
En mi despacho siempre recomendamos un enfoque integral que combine la vía legal con estos apoyos. La experiencia me ha enseñado que quienes utilizan estos recursos tienen mayores probabilidades de éxito en sus procesos judiciales posteriores.
Preguntas frecuentes sobre la denegación de órdenes de protección
¿Puedo solicitar una nueva orden de protección si me ocurre otro incidente?
Absolutamente. Cada nuevo incidente constituye una base para solicitar nuevamente la protección. De hecho, estos nuevos episodios pueden reforzar tu caso inicial y demostrar el patrón de comportamiento que justifica la necesidad de protección. Te recomiendo documentar meticulosamente cualquier nuevo contacto o amenaza.
¿Qué pruebas pueden ayudarme a conseguir una orden de protección en un segundo intento?
Las pruebas más efectivas suelen ser:
- Mensajes o llamadas con contenido amenazante
- Fotografías de lesiones o daños materiales
- Informes médicos o psicológicos que documenten el impacto
- Testimonios de testigos (vecinos, familiares, compañeros de trabajo)
- Denuncias previas, aunque no hayan prosperado
¿Cuánto tiempo tarda en resolverse un recurso contra la denegación?
Los recursos de reforma suelen resolverse en 2-3 semanas, mientras que los de apelación pueden demorarse entre 1-3 meses. Durante este tiempo, es crucial mantener las medidas de autoprotección y estar en contacto con los servicios sociales especializados. Si la situación empeora, no dudes en acudir inmediatamente a la policía.
Conclusión: Seguir adelante tras la denegación de una orden de protección
Que te hayan denegado la orden de protección no significa que debas resignarte a vivir con miedo. Como he visto en muchos de mis casos, a veces el camino hacia la seguridad no es lineal, pero siempre existe. La combinación de recursos legales, apoyo especializado y medidas de autoprotección puede marcar la diferencia mientras trabajamos para revertir la decisión judicial o encontrar alternativas efectivas.
Si te encuentras en esta situación, no estás sola ni desamparada. El sistema tiene fisuras, pero también ofrece múltiples vías para protegerte. Como abogado especializado en estos casos, te animo a no desistir y a buscar asesoramiento profesional inmediatamente. Tu seguridad es prioritaria y existen profesionales preparados para ayudarte a recuperar la tranquilidad que mereces.


